• Historia de la exploración neurológica del niño pequeño

    La exploración del recién nacido y del niño en el primer año de la vida no comienza a delimitarse hasta los primeros años de la segunda mitad del siglo XX. Hasta entonces se aplicaba a cualquier niño las pautas exploratorias que se seguían en el adulto. Andre-Thomas (1.952) inicia, a los 82 años de edad, la sistematización del estudio de la función nerviosa en estas primeras edades, estableciendo el cuerpo de conocimiento de lo normal y anormal, y asienta en pocos años, las grandes bases de la exploración neurológica que se realiza en la actualidad.


    Una de sus colaboradoras y discípulas Saint-Anne-Dargassies (1.982) aplica la metodología de Andre-Thomas al examen de niños nacidos prematuramente y muestra que la maduración neurológica de estos se ajusta a los diferentes estadios de maduración o desarrollo de los signos lo que le permite estimar que la edad concepcional puede ser calculada con precisión mediante los datos de exploración neurológica. Trabajos posteriores han ido matizando algunos aspectos y estableciendo las bases de la neurología del desarrollo o neurología evolutiva (Beintema, 1.968; Koupernik y Daylli, 1.972; Andre-Thomas et al. 1.960; Paine, 1.960; Amiel-Tison, Grenier, 1.980).
    Superada la primera etapa, la que viene marcada por el desarrollo psicomotor, la exploración del niño, aun con sus peculiaridades, se va haciendo cada vez más “adulta”, a medida que algunas funciones van terminando su maduración y otras van apareciendo.


    Una visión global de la exploración neurológica del niño se puede obtener en varios tratados de Neurología Pediátrica (Farmer, 1.972; Gamstorp, 1.972; Rebollo, 1.973; Jabour et al., 1.976; Baird y Gordon, 1.983) que son en los que nos hemos basado y en nuestra larga experiencia, para exponer lo que se describe a continuación.