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Noticias

Fecha publicación: 05-10-2015
Autor: Adrian Garcia Ron

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  Como venimos haciendo referencia en esta serie de post, la malnutrición se presenta hasta en un 40–90% de los pacientes con Parálisis Cerebral Infantil (PCI). La nutrición enteral debe considerarse en todos los niños con alteraciones graves de la deglución, incapacidad para la alimentación oral y aquellos casos en los que no seamos capaces de conseguir un aporte de calorías y nutrientes suficiente por vía oral para conseguir un crecimiento, ganancia de peso e hidratación adecuados. En este último post sobre nutrición en PCI, abordaremos la alimentación enteral en estos pacientes.

 

Fecha publicación: 28-06-2015
Autor: Adrian Garcia Ron

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 Como ya hicimos referencia en el post anterior, la malnutrición se presenta hasta en el 40–90% de los pacientes con Parálisis Cerebral Infantil (PCI) debido a una etiología multifactorial. Si a esta elevada prevalencia de trastornos nutricionales, le sumamos un mayor riesgo de hipocrecimiento, déficit de micronutrientes y osteopenia, podemos hacernos una idea de la importancia que tiene el realizar un adecuado y equilibrado soporte nutricional en estos niños. Por tanto, es de gran importancia el diagnóstico e intervención terapéutica precoz de los trastornos nutricionales, pues condicionan el pronóstico y la calidad de vida de estos niños. En este segundo post sobre el tema, intentaremos hacer una aproximación general y práctica sobre el cálculo de las necesidades energéticas en estos pacientes, las diversas situaciones o perfiles nutricionales que  podemos encontrarnos y daremos algunas pinceladas sobre la nutrición enteral.

Fecha publicación: 27-04-2015
Autor: Adrian Garcia Ron

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  En 2005, el Committee for the Definition of Cerebral Palsy publica una propuesta de definición y clasificación de la parálisis cerebral infantil (PCI) que analiza la definición usada hasta ese momento y propone ampliar el seguimiento a las comorbilidades añadidas que pueden ir apareciendo a lo largo de la vida. Es importante conocer que aunque las comorbilidades son comunes a todos los enfermos, su gravedad, frecuencia o el momento en el que aparecen no son constantes. Es muy importante conocer la comorbilidad digestiva en los niños con PCI, pues es la más frecuente tras los trastornos neurológicos asociados. En este post analizaremos la prevalencia, fisiopatología y etiología de los trastornos nutricionales en la PCI, así como su valoración en consulta de neuropediatría.

Fecha publicación: 22-03-2015
Autor: Adrian Garcia Ron

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  La indicación de uso de toxina botulínica (TB) en la espasticidad es independiente de su etiología (ictus, PCI, TCE, EM, lesión medular...), si bien es cierto que en la infancia suele ser secundaria a PCI y la causa más frecuente de discapacidad. Aunque la PCI es un trastorno crónico no progresivo, las repercusiones de la espasticidad no lo son y dejada a su evolución natural, las consecuencias son catastróficas y siguen una secuencia bien establecida (Pascual Pascual SI, 2007). La infiltración de TB-A en espasticidad focal y/o regional, es un tratamiento seguro y eficaz es la infancia con nivel I de evidencia.
Es necesaria una formación teórico-práctica completa en el desarrollo de la técnica, que nos permita obtener el máximo beneficio, no solo en la selección del paciente idóneo y el músculo adecuado, sino también en la localización del punto óptimo. La ecografía permite  tras una adecuada curva de aprendizaje, localizar de una manera sencilla, no invasiva y en tiempo real los puntos diana. Diversos estudios reflejan la superioridad de esta técnica frente a la localización anatómica con unos porcentajes de éxito tan diferentes, que en el siglo XXI hacen inadmisible la infiltración a “ciegas”.
En este post, abordaremos las ventajas e inconvenientes de la infiltración de TB ecoguiada.

Fecha publicación: 08-03-2015
Autor: Anabel Puente Muñoz

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 El sueño en los niños es un tema que despierta mucho interés en los padres, dada la importancia del descanso en su desarrollo neuronal. En la edad pediátrica, más de la mitad del día la pasamos durmiendo, lo cual permite la correcta maduración neurológica. Pero además, permite el propio desarrollo de los sistemas que se encargan de regular el ciclo sueño/vigilia. La importancia de saber reconocer los trastornos de sueño en los niños es esencial a la hora de comprender y tratar los síntomas diurnos que presentara el menor. Con frecuencia se trata de una simple somnolencia con el consiguiente repercusión en su actividad diaria, en forma de déficit de atención, cefalea, fatiga, etcétera.  Los motivos más habituales por lo que los padres acuden a la consulta suelen estar relacionados con tres posibles situaciones: por un lado el trastorno en si puede ser causa directa de los síntomas diurnos que presenta el niño. En otras ocasiones, muestra una co-morbilidad. Por poner un ejemplo, un cuadro infeccioso que no permite un sueño de calidad será consecuencia de somnolencia, fatiga, etc. Pero también hay que considerar el impacto que un sueño no fragmentado puede tener sobre los padres o cuidadores del niño, con la consiguiente repercusión en la actividad del adulto tanto a nivel laboral como en el propio cuidado del niño.

Fecha publicación: 23-11-2014
Autor: Anabel Puente Muñoz

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  ¿Cuanto debe dormir un niño? Esta es una pregunta tan frecuente en nuestra consulta como difícil de contestar. Durante la etapa de recién nacido, pasará entre 17-18 horas durmiendo en forma de periodos de mayor o menor duración, intercalados con episodios de vigilia. Este tiempo irá disminuyendo hasta la edad adulta, en la que los periodos de sueño suelen variar de 6 a 8 horas. Al igual que en los adultos, también en los niños existen diferencias entre individuos. Las necesidades de cada niño varían de uno a otro e incluso a lo largo del día. Entonces, volviendo a la pregunta inicial, a la hora de valorar el sueño de un niño se debe considerar el ciclo vigilia/sueño en su conjunto. Es decir, si el sueño nocturno es continuado, sin despertares y durante la vigilia el niño se mantiene activo, sin mostrar signos de somnolencia y con un comportamiento normal en cuanto al juego y resto de actividades propias de la edad, en principio no debe preocupar las diferencias entre uno y otro niño, siempre dentro de unos límites, como es natural.

Fecha publicación: 16-11-2014
Autor: Adrian Garcia Ron

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  En los últimos años hemos asistido a un incremento importante de la demanda de asistencial neuropediátrica que ha condicionado la sobrecarga de nuestras consultas. Esta situación puede condicionar en ocasiones una penalización en la atención y seguimiento del verdadero y complejo paciente neurológico. Como recientemente hemos publicado (Blanco Lago R, García Ron A, 2014), los trastornos del aprendizaje y la conducta se han convertido en el primer motivo de derivación desde atención primaria, a expensas principalmente de posible Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). A esta nueva situación, hemos contribuido todos los profesionales implicados en el diagnóstico y tratamiento de estos trastornos, convirtiendo al TDAH en la explicación neurocognitiva de todo fracaso individual a nivel académico, social y laboral. Sin embargo, es necesario advertir que un porcentaje de pacientes que consultan por sospecha de TDAH como explicación de su mal rendimiento académico, no solo no lo padecen, sino que además, tras su valoración, detectamos la presencia de Altas capacidades intelectuales. En este post revisaremos las características de los niños con altas capacidades y su controvertida relación con el TDAH dentro de un binomio que denominamos “Alumno Doblemente Excepcional”.

Fecha publicación: 28-06-2014
Autor: Adrian Garcia Ron

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La neurología es la especialidad médica que estudia los trastornos del sistema nervioso central y periférico, es responsable de su investigación, prevención, diagnóstico y tratamiento así como de las discapacidades que generan. La neurología  infantil es una subespecialidad a caballo entre la neurología y la pediatría, cuya complejidad y extensión en ocasiones inabordable, le concede el privilegio de ser una especialidad incomoda para neurólogos y pediatras generales. Actualmente, supone casi un tercio de la asistencia pediátrica hospitalaria y su demanda se ha disparado en los últimos años  procedente de manera principal desde atención primaria. En este post abordaremos la posible influencia de la “Neurofobia” en la situación actual de la Neuropediatría y Neurología en España.

Fecha publicación: 04-05-2014
Autor: Adrian Garcia Ron

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 El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo de origen neurobiológico, caracterizado por un patrón clínico bastante heterogéneo aunque identificable a través de unos síntomas nucleares bien definidos (inatención, impulsividad e hiperactividad). Desde el punto de vista funcional puede tener repercusiones a nivel académico, laboral, social o familiar a lo largo de toda la vida. Su tratamiento es principalmente farmacológico dentro de un plan de tratamiento integral, individualizado y multimodal que a menudo incluye también intervenciones conductuales, psicoeducativas y psicológicas. Desde hace unos días, disponemos en España de un nuevo tratamiento psicoestimulante seguro y eficaz para el TDAH: Lisdexanfetamina dismesilato (LDX). En este post, analizaremos sus características farmacológicas, dosificación, indicaciones y posibles efectos adversos.

Fecha publicación: 19-03-2014
Autor: Adrian Garcia Ron

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La utilización cada más frecuente de la resonancia magnética (RM) como estudio complementario de neuroimagen en la práctica clínica diaria, ha propiciado la detección de lesiones incidentales en el SNC sin relación con el propósito inicial por el que se solicitó dicha prueba. En determinadas ocasiones nos resulta difícil discernir si tienen o no relevancia clínica, como en el caso de las lesiones en sustancia blanca, hiperintensas en T2 cuyas características morfológicas (mayores de 3 mm, ovoideas, homogéneas, de bordes bien delimitados…) y topográficas (distribución periventricular, cuerpo calloso o infratentorial) pueden sugerir la presencia de patología desmielinizante subyacente en fase presintomática o subclínica como la Esclerosis Múltiple (EM). En este post intentaremos abordar los diversos aspectos controvertidos de un síndrome recientemente descrito denominado Síndrome Radiológico Aislado (“Radiologically Isolated Síndrome” o RIS en la literatura sajona).