• Introducción a sueño en la infancia

    Aunque frecuentemente la vigilia y el sueño son vistos como fenómenos exclusivamente presentes en la corteza cerebral, deberíamos entenderlos como conductas o estados de actividad que se manifiestan en varias partes del organismo como los músculos o el sistema cardiorespiratorio.
    Dormir es un proceso fisiológico altamente organizado. Es una de las funciones más importantes en la vida del niño, en la que  más horas invierte desde que nace y que, además, mantiene una íntima relación con las actividades diurnas, por lo que las alteraciones del sueño pueden asociarse a conflictos familiares, trastornos del aprendizaje y maltrato infantil.

    Podemos definir el sueño de una forma simple como “un proceso activo y evolutivo que se inicia prenatalmente, resultado de un equilibrio bio-psico-social inestable y dinámico cuya evolución dependerá de la armonía entre estos tres factores y constituye un elemento básico del hábito de vida saludable”. (Pin Arboledas G et al;2011)

    Es una situación totalmente diferente a determinados estados patológicos como el coma y es el extremo opuesto al  estado de alerta. Sin embargo, contra lo que podría esperarse, el sueño no supone una disminución de la actividad encefálica más bien lo contrario, pues existe una actividad cerebral perfectamente controlada y, en algunos momentos, con una actividad encefálica mayor que durante la vigilia. El efecto reparador del sueño, la actividad encefálica en sus distintas fases, la importancia de la actividad onírica etc., suponen, aun hoy en día, grandes enigmas y motivos de investigación continua.

    BIBLIOGRAFÍA

    Pin Arboledas G, Lluch Roselló A. El sueño en el primer año de vida: ¿cómo lo enfocamos?. Rev Pediatr Aten Primaria. Supl. 2011;(20):101-11.Publicado en Internet: 18/11/2011.