• Exploración en neuropediatría: inspección

    Se realiza minuciosamente de “visu” y en ocasiones, se utiliza la lámpara de hendidura. Se presta especial atención a la configuración corporal global y posteriormente de la cabeza, tronco y extremidades, y a la posible existencia de alteraciones cutáneas y deformidades.
    1. Cabeza.
    Se contempla tamaño y forma y el estado de suturas y fontanelas.


    • Tamaño. Se distinguen:


    - Normocefalia. Cabeza dentro de los percentiles normales.
    - Macrocefalia. Cabeza por encima del percentil p 97. Puede observarse en algunos síndromes congénitos (Síndrome de Sotos, Síndrome de Beckwith-Wiedemann) con más frecuencia en Hidrocefalias, a veces en tumores intracraneales, en el primer año, porque producen hidrocefalia. Rara vez son megalencefalias debidas a enfermedades metabólicas y ocasionales las familiares.


    - Microcefalia. Cabeza por debajo del p 3. Puede ser congénita o microcefalia vera. Acompañan a Encefalopatías de origen prenatal o perinatal, y se observa en múltiples síndromes dismórficos con frecuencia genéticos.
    - Deformidades


    • Asimetría craneal. Puede estar originada por una plagiocefalia con aplanamiento, habitualmente parieto-occipital de un lado, generalmente posicional; excepcionalmente por cierre precoz de las suturas lambdoidea o parieto-temporal de un lado. Puede estar originada también por un quiste aracnoideo de gran tamaño o por una hemiatrofia expansiva (hemisouflure).


    Craniosistosis o cierre precoz de suturas. Pueden originar cabezas excesivamente alargadas o dolicocefalias o excesivamente anchas o braquicefalias.


    •  Fontanela y suturas.


    Al nacer la fontanela lamdoidea o posterior suele estar cerrada y abierta la bregmática, de 2 x 2 cm. de tamaño aproximadamente se va cerrando progresivamente hasta su cierre total a los 12-14 meses; suele ser blanda, depresible y pulsátil y a nivel o ligeramente deprimida con relación a los huesos que la circundan. Las fontanelas están abiertas y permanecen así, aunque cada vez menos marcadas, hasta los 18-20 años.
    2. Lesiones Cutáneas
    Existen de diversos tipos: hipo o hiperpigmentadas, vasculares, melánicas, queratósicas, etc. Se citan las más frecuentes y las enfermedades más características, no exclusivas de ellas.


    •  Manchas, pueden ser:


     Hipomelánicas o acrómicas, como se observa en el Complejo Esclerosis Tuberosa, Nevus acrómico de Ito.
    Café con leche, características de la Neurofibromatosis e Incontinencia pigmenti.
    Melánicas, como en la Melanosis neurocutánea de Touraine.
    Queratósicas, como en el Angioqueratoma corporas difuso.
    Alteraciones vasculares (Angiomas faciales: Enfermedad de Sturge-Weber-Dimitri, Angiomas cavernosos en miembros, generalmente unilaterales: Enfermedad de Klipel-Trenaunay...etc)


    • Deformidades


    Pueden ser claramente visibles como un labio leporino o un mielomeningocele, pero también pueden ser más discretas como los rasgos dismórficos faciales y/o de extremidades, el estado de los genitales –hiper o hipogenitalismo- que orienten hacia una cromosomopatía, encefalopatía evolutiva o un “síndrome” característico, muchos de ellos debidos a mutaciones génicas ya conocidas, que habitualmente cursan con retraso mental y, a veces, con un fenotipo conductual dado.


    • Sistema Muscular y Miembros


    Hay que observar también la postura que adopta el paciente, si presenta atrofias o hipertrofias del sistema muscular, si es igual la motilidad en los miembros derechos que en los miembros izquierdos o si está disminuida, por causa periférica o central, en un miembro o en un hemicuerpo, si existe dificultad para desplazarse, sentarse o levantarse. Estos hallazgos serán considerados con mayor atención a lo largo de la exploración.
    Se completa la inspección con la toma de la talla y el peso.