• Exploración de la orientación, lenguaje, competencia cognitiva y conducta social en la infancia

    • Orientación espacial


    El niño aprende a manipular objetos antes de haber adquirido la representación simbólica del espacio. Se explora colocando al niño delante de varias figuras geométricas –cuadrado, redondo, triangulo- para que las encastre en un tablero o las meta en una caja con aberturas adecuadas. Esta prueba la pueden realizar a partir de los 2-2½ años. En su realización interviene la coordinación motora y la percepción visuo-espacial.


    • Lenguaje


    La información sobre el lenguaje, los 2-3 primeros años, la facilitan preferentemente los padres, aunque también se deduce de lo que el niño espontáneamente o incentivado dice. Se estudian los componentes fonológicos (vocabulario) sintáctico (construcción) semántico (significado) y pragmático (uso útil). Así se tiene en cuenta el número de palabras diferentes que usa, y la aparición de las diferentes etapas del lenguaje que se ha expuesto en el Desarrollo Psicomotor.


    • Competencia cognitiva y conducta social


    Se deduce, a “grosso modo”, durante el primer año si va superando los hitos marcados en la Tabla I, y con posterioridad con arreglo a las respuestas dadas –adecuadas o inadecuadas- a las solicitaciones del explorador.


    En caso necesario, que nos atreveríamos a decir casi siempre, y que desgraciadamente no ocurre por el déficit de psicólogos en el medio hospitalario, la exploración neurológica se completa con una evaluación neuropsicológica orientada a la detección de los déficit cognitivos, sociales, de interacción y comunicación, y que por su importancia merecen capítulo aparte.