• Evolución del sueño en la adolescencia

    • Los adolescentes:

    Los estudios de Carskadon sugieren que el período circadiano intrínseco de los adolescentes es más prolongado de alrededor de 25 horas (población en general 24.5 h) lo que indica que la tendencia a retraso de fase es primariamente biológica más que social. Las necesidades de sueño permanecen constantes pero su distribución varía a lo largo de la maduración según los estadios de Tanner
    El déficit de sueño aumenta a pesar de mantener la misma cantidad de sueño total:
    Tanner II: TLMS (Test de Latencias Múltiples) de 18 minutos
    Tanner V: TLMS de 16 minutos
    El sueño REM permanece constante
    Los adolescentes son más vulnerables al déficit de sueño.
    Hay una correlación positiva entre la hora de inicio de la secreción de Melatonina y el estadio Tanner; observándose,además, una disminución gradual del sueño de ondas lentas a través de los estadios Tanner con aproximadamente una disminución del 35 % del estadio 1 al 5.
    Al mismo tiempo, la maduración del adolescente se acompaña de una disminución de la latencia del REM y una disminución de la densidad REM (frecuencia de los movimientos oculares durante el REM) (R Dhal,D S.Lewin; 2002)
    Entre los 10 y los 13 años de edad el tiempo en cama de los días escolares se recorta cada año alcanzando una diferencia al final de 63 minutos siendo el recorte durante los días no escolares de sólo 14 minutos. Al final de esta etapa (hacia los 13 años de edad) la diferencia en el tiempo en cama entre los días escolares y los fines de semana es de 45 minutos. Así pues, se observa en general una disminución marcada del tiempo en cama en los días escolares entre los 10 y los 13 años mientras que el tiempo en cama en los fines de semana permanece más estable. Los sujetos con un estadio puberal más avanzado están una media de 31 minutos más en la cama. (Laberge Let al; 2001).
    En nuestro país, el 31.3% de una muestra de adolescentes españoles entre 12 y 17 años manifiesta dormir sólo de seis a siete horas con un aumento de algo más de una hora durante el fin de semana de manera que el 45.4 % de la población manifiesta dormir mal la noche del domingo al lunes. Durante el día, la mayoría de los adolescentes de la muestra se quejan de excesiva somnolencia, con un predominio femenino, sobre todo después de comer ( 48.4%) y durante el horario escolar (43%); la hipersomnolencia grave es infrecuente ( 0.9%). (García Jimenez MA et al; 2004)
    De la misma manera  en niños de 6 a 15 años el sueño NREM está marcado por una disminución progresiva del porcentaje de sueño delta. 
    En muchos casos la consecuencia de esta tendencia biológica al retraso de fase es que los adolescentes tienen dificultad para acostarse pronto (durante el período en el que su temperatura corporal está aumentada) y levantarse pronto (en el período en el que su temperatura corporal está descendida) hasta que el ritmo de su temperatura corporal sea adelantado (lo cual requiere una conducta constante durante semanas). Esto crea un círculo vicioso de deprivación de sueño y síntomas de Jet-Lag. (R Dhal,D S.Lewin; 2002b)
    A estas edades, la latencia de sueño > 30 minutos y más de un despertar por noche al menos dos noches por semana (por medio de cuestionarios) se asocian con un incremento de las dificultades escolares (Kahn A, Van de Merckt C, Rebuffat E et al; 1989) mientras que el buen rendimiento escolar se ha asociado a un mayor tiempo en cama, mejor calidad del sueño, menores despertares, menos siestas, y menos diferencia de tiempo de sueño entre los días escolares  y los fines de semana. (Shin C et al; 2003) (Wolfson AR, Carskadon MA;1998)
    En una muestra de adolescentes USA de 14-15 años de edad, el  22.4 %  afirmaron que ellos nunca dormían lo suficiente y el 8.5% que “rara vez” dormían suficiente. El 36% de la muestra se levantaban cada día cansados y no recuperados del todo mientras que el 21.2% referenciaban insomnio de inicio cada noche y un 15.2% somnolencia diurna excesiva cada día. En esa misma muestra, una vez controlados los factores socieconómicos, los adolescentes con mejor rendimiento escolar tenían un sueño menos inquietos, presentaban menos ronquido y no tenían sensación de somnolencia diurna.
    Pagel JF; Forister N, Kwiatkowki C;2007)
    En los adolescentes el problema más frecuente es la excesiva somnolencia diurna que representa en la mayoría de los casos un sueño insuficiente o inadecuado aunque otras causas de excesiva somnolencia diurna en la adolescencia son :
      Cantidad insuficiente de horas de sueño.
    • Apnea obstructiva del sueño.
    • Narcolepsia.
    • S. de Kleine- Levine.
    • S. de Piernas Inquietas / S. Movimiento Periódico..
    • Alteraciones del movimiento.
    • S. de Retraso de Fase.
    • Enfermedad siquiátrica
    • Uso de cafeína, drogas o alcohol.
    • Retirada de drogas ilegales o alcohol.

    Se ha observado la aparición de ítems depresivos en adolescentes que duermen menos de 6 horas cada noche los días escolares y/o informan de una diferencia mayor de dos horas en el sueño entre días escolares y días no escolares. En estas circunstancias, el inicio temprano de las actividades escolares ocasionará una reducción del sueño total debido a la dificultad para avanzar la fase de sueño por la tarde en orden a obtener una cantidad adecuada de sueño. (Folkardf S, Barton J; 1993)

    En la adolescencia existe una clara relación entre horarios de sueño y sintomatología afectiva: Los adolescentes que duermen 6 h y 15 m o menos tienen una mayor tendencia depresiva que los que duermen 8 h 45 m; al mismo tiempo, los estudiantes que regularmente tienen 8 horas de sueño nocturno pero que cambian su horario de sueño más de dos horas pueden experimentar alteraciones en la atención, concentración, razonamiento y habilidades psicomotoras así como un incremento de su irritabilidad, ansiedad y depresión. La prevalencia de insomnio entre los 15-18 años es alta:  hasta el 4% de la población de esta edad refiere sintomatología de insomnio en el mes anterior y
    de ellos, aproximadamente la mitad tenían insomnio primario, 27% tenían insomnio en relación a otra enfermedad psiquiátrica, 12%  estaba relacionado con el abuso de sustancias y en un 7% el insomnio se relacionaba con otra enfermedad médica. La prevalencia era mayor en chicas  que en chicos (3.4% vs 1.2%).(Ohayon et al; 2000)
    Estos cuadros, distan mucho de ser transitorios pues aproximadamente el 50% de los adolescentes con insomnio lo tienen cuando de revaloran a los 2 y 4 años  después del diagnóstico inicial. (Morrison DN, McGee R, Stanton WR;1992).

    BIBLIOGRAFÍA
    - Folkardf S, Barton J. 1993. Does the “forbidden zone” for sleep onset influence morning shift sleep duration?. Ergonomics 36: 85-91.
    - García Jimenez MA, Salcedo Aguilar F, Rodríguez Almonacid FM, Redondo Martinez MP, Monterde Aznar ML, Marcos Navarro AI, Torrijos Martinez MP (2004).Prevalencia de los trastornos del sueño en adolescentes de Cuenca, España. Rev Neurol;39:18-24.
    - Kahn A, Van de Merckt C, Rebuffat E et al. Sleep problems in healthy preadolescnets. Pediatrics 1989; 84:542-6.
    - Laberge L, Petit D, Vitaro C, Tremblay R, Momtplaisir J. (2001). Development of sleep patterns in early adolescence. J. Sleep Res: 10, 59-67.
    - Morrison DN, McGee R, Stanton WR (1992) Sleep problems in adolescence. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry;31: 94-99.
    - Ohayon MM,Roberts RE, Zulley J, Smirne S, Priest RG. Prevalence and patterns of problematic sleep among older adolescents. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry. 2000; 39:1549- 1556.
    - Pagel JF; Forister N, Kwiatkowki C (2007). Adolescent sleep disturbance and school performance: the confounding variable of socioeconomics. J Clin Sleep Med; 3(1): 19-23.
    - Shin C, Kim J, Lee S, Ahn Y, Joo S (2003) Sleep habits, excesive daytime sleepiness and school performance in high school students. Psychiatry Clin Neurtosci; 57:451-3.
    - Wolfson AR, Carskadon MA. (1998). Sleep schedules and daytime functioning in adolescents. Child Dev; 69:875-87.