• Causas no neuroftalmológicas de la pérdida visual crónica en la infancia

    CAUSAS NO NEUROOFTALMOLÓGICAS


        - Defectos refractivos
    Con diferencia, son la causa mas frecuente de disminución  agudeza visual crónica en la infancia. Es importante tener en cuenta el potencial de generar ambliopía que tienen.
    La presencia de ambliopía asociada implica una agudeza visual disminuida aún con corrección óptica correcta. La ambliopía es la primera causa de pérdida visual en la infancia si excluimos los defectos refractivos. Astigmatismos bilaterales por encima de 3 dioptrías e hipermetropías de más de 6 dioptrías pueden causar ambliopía bilateral. Pueden generar ambliopía unilateral diferencias interoculares de refracción (anisometropías)  a partir de 1 dioptría en hipermetropía, 5 dioptrías de miopía, o 2 dioptrías de astigmatismo


       -Alteraciones en la transparencia de los medios
    No es una causa frecuente de pérdida de visión crónica en la edad pediátrica
       Estos defectos resultan evidentes a la exploración oftalmológica y no plantean problemas de diagnóstico diferencial con patología neurooftalmológica. Se incluyen
    - Distrofias corneales 
    - Leucomas  secundarios a traumatismo, infección o inflamación aguda.
    - Edema corneal en glaucoma congénito e infantil (muy poco prevalente)
    - Opacidades secundarias a patología inflamatoria: catarata y queratopatía en banda (Artritis idiopática juvenil)
    - Uveítis Intermedias (opacidades vítreas).


       - Patología retiniana
         La presencia de fotopsias, metamorfopsia o hemeralopia es característica de la afectación retiniana y no de las neuropatías ópticas. En la edad pediátrica las distrofias son la principal causa de pérdida visual crónica de origen retiniano. Las retinopatías en la gran mayoría de los casos son  evidentes en la exploración oftalmológica. Distrofia de conos y otras enfermedades retinianas heredodegenerativas en ciertos momentos de su evolución pueden cursar con pérdida visual progresiva sin alteración ocular en la exploración. En algunos casos habrá que recurrir a la tomografía de coherencia óptica y  angiografía fluoresceínica para el diagnóstico de la pérdida visual de origen retiniano,  y en otros sólo lo dará el electrorretinograma.  Hay que tener presente que  una   palidez de papila  puede ser secundaria a distrofia retiniana, por pérdida de células ganglionares.


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