• Exploración del III, IV y VI pares craneales o nervios oculomotores en la infancia

     III, IV y VI Pares Craneales
    Son los nervios encargados de la motilidad ocular, es decir de los movimientos asociados bioculares necesariamente armoniosos para permitir un correcto enfoque. Generalmente los ojos se mueven juntos en todas direcciones, aunque en los primeros meses, a veces, los movimientos son poco conjugados (Farmer, 1.972). Si hay limitación de la mirada hacia un lado es probable que sea debida a la parálisis de un oculomotor pero si la limitación es, a veces, hacia un lado preferentemente y otras hacia el opuesto hay que pensar que no ha conseguido la visión binocular y tiene un ojo “vago”. Los movimientos verticales y horizontales se exploran mientras se hace la campimetría. El tercer par es además responsable de la contracción de la pupila a través de las fibras parasimpáticas que le acompañan. La dilatación pupilar corre a cargo de las fibras simpáticas que provienen del nivel medular, D1 preferentemente. Se exploran pidiendo al sujeto que siga con la vista nuestro dedo que se desplaza hacia los lados, hacia arriba y hacia abajo, hacia dentro y abajo, hacia arriba y afuera.  Se comprueba la anchura de la hendidura palpebral. También se observa las reacciones pupilares a la convergencia y a la luz.


    • Motor ocular común o III par. Nace en el mesencéfalo aparece en los lados internos de los pedúnculos cerebrales. El núcleo de Edinger-Westphal con situación dorsal con respecto al núcleo motor origina la rama parasimpática. La rama motora inerva los músculos recto interno, recto superior, recto inferior, oblícuo inferior y el elevador del párpado. La rama parasimpática inerva el esfínter de la pupila, cuya contracción determina miosis, y el  músculo ciliar que actúa sobre el cristalino. El III motor se explora haciendo desplazar los ojos hacia dentro, arriba, abajo y hacia arriba y afuera. La III parasimpático mediante el reflejo fotomotor y el fenómeno de acomodación.


    La lesión del III par se traduce por ptosis palpebral y desviación del ojo hacia el exterior, midriasis y ausencia del reflejo de acomodación.


    • Patético o IV par. Su núcleo se localiza en el mesencéfalo por delante del acueducto de Silvio pasa a la orbita por la fisura orbital e inerva el  músculo oblicuo superior. Se explora indicándole al paciente que mire hacia arriba y hacia fuera (mirada patética). Su parálisis puede ocasionar diplopia.
    • Motor ocular externo o VI. Tiene su núcleo de origen en la protuberancia bajo el suelo del IV ventrículo, sale por el surco entre el bulbo y los pedúnculos cerebrales, se dirige hacia delante y penetra en la órbita por la fisura orbital e inerva el recto externo. Se explora diciéndole al paciente que mire hacia fuera observando el desplazamiento ocular hacia la periferia. Su parálisis origina un estrabismo convergente que se acompaña de visión doble (diplopia) hasta que el paciente inutiliza el ojo parético.
       


    Bibliografia.


     FARMER TW. (1.972): Neurología Pediátrica. Barcelona. Ed. Toray