• Evolución del sueño desde los tres a los doce meses

    El lactante de los tres a los doce meses de edad.

    En estas edades ya aparecen los estadios II, III  de la fase NREM y los complejos K.
    Los spindles, que se han desarrollado a los dos meses de edad, no son frecuentes ni se corresponden con un determinado estadio de sueño hasta los 6 meses de edad. Por ello no son un buen elemento como criterio de arousa o microdespertar al menos durante los 6 primeros meses de vida.
    El sueño se inicia en fase NREM.
    El REM es el 30 % del sueño total a los 6 meses. A los 7 meses de edad 1/3 del sueño es REM y 2/3 es NREM.
    Entre el 4º y 6º mes de vida se consolida el largo periodo de sueño nocturno y se establece el ritmo de Tª.
    A partir de los 3 - 4 meses de vida se observa una reducción de esta variabilidad de los ciclos nocturnos; esta reducción de la variabilidad de los ciclos implica aspectos madurativos del desarrollo; de igual manera, la evolución de las diferentes formas de despertar a lo largo de la infancia refleja  aspectos organizativos.
    Entre los 3 y los 6 meses de edad, el niño desarrolla un ritmo  “multimodal” de sueño caracterizado por una siesta en la mañana, siesta en la tarde, y largo sueño nocturno.
    A partir de los 8-10 meses, la organización y los ciclos del sueño comienzan a ser muy parecidos a los del adulto.
    Los niños alimentados al pecho se alimentan más frecuentemente y tienen intervalos entre comidas más cortos,  los patrones de alimentación son uno de los marcadores de los patrones de sueño por lo que los niños alimentados al pecho adquieren el patrón de sueño nocturno continuado más tarde. 
    Aproximadamente el  6 % del tiempo en cuna es tiempo en vigilia.
    Los episodios de arousal sin movimientos corporales son muy raros en los niños antes de los 3-6 meses de edad en contraste con lo que ocurre en adultos.
    La duración media de los episodios diurnos de vigilia aumentan desde 95 a 123 minutos entre los 3 y los 9 meses mientras que la duración de los despertares nocturnos lentamente disminuye desde 13.6 a 10.3 minutos.
    De la misma manera el número medio de despertares nocturnos suele ser aproximadamente de 9 al mes de edad y de 4.5 al año de edad.
    Los niños que no han aprendido a dormirse de manera autónoma en la segunda mitad del primer año tienen más probabilidades de despertarse con reclamo al menos una vez cada noche y de practicar el colecho en alguna parte de la noche a los 4 años  de edad. Los niños con su cuna en la habitación de los padres a los 12 meses tienen más frecuentemente despertares nocturnos  a los dos años pero éstos son de menor duración que los que tienen los niños que habían salido de la habitación paterna antes ( 2 minutos versus 14 minutos), de manera que tenían un sueño más regular a los 4 años (Gaylor E et al; 2005).

    BIBLIOGRAFÍA

    - Gaylor E, Burnham M.Goolin-Jones B, Anders T(2005). A longitudinal follow-up study of young children´s sleep patterns using a developmental classification system. Behavioral Sleep Medicine,3(1): 44-61.
    - Gaylor E, Burnham M.Goolin-Jones B, Anders T(2005). A longitudinal follow-up study of young children´s sleep patterns using a developmental classification system. Behavioral Sleep Medicine;3(1): 44-61.